Este es el (sorprendente) número de manadas de lobo que hay en Asturias y los ejemplares hallados muertos el año pasado

Un informe del Principado estima en cuantos grupos se registraron reproducciones el año pasado

Un lobo ibérico con crías.

Un lobo ibérico con crías. / LNE

Ramón Díaz

Ramón Díaz

La inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Especial Protección (Lespre) no ha supuesto un incremento del número de manadas en Asturias. Eso se desprende de la "Estimación de la población del lobo en Asturias por unidades reproductoras", al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. El informe, que el Gobierno del Principado presentará este miércoles, en la reunión que ha convocado en Oviedo del Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo, revela que el año pasado había 43 manadas y 39 camadas de lobo en Asturias. Son exactamente las mismas que en el año 2021, cuando el lobo pasó a estar protegido también al norte del río Duero.

Según recoge el informe, el número de manadas se había ido incrementando desde el año 2013 (cuando se contabilizaron 37), hasta alcanzar en 2021 el máximo de los últimos años, 43. Tras bajar a 40 en 2022, el recuento del año pasado ha vuelto a dejar la cifra en 43 manadas. La estimación de la población de lobo en Asturias se realiza desde 1986, aunque hubo años en los que no se realizó; la última vez, en 2019.

Para determinar el número de grupos y camadas de lobos en Asturias se contabilizaron 1.224 estaciones de escucha con 3.796 sesiones, de 1 a 10 minutos de reclamo y otros tantos de silencio entre sesiones. Resultaron positivas 107 estaciones (8,7%). Las estaciones de espera fueron 57.

Como resultado de esta prospección por métodos directos, considerando la zona asturiana sin incluir el parque nacional de Picos de Europa, se detectaron 37 grupos o manadas reproductoras, y se confirmó la reproducción en 34 de ellas (3 por observación directa). Aunque si se suman los datos obtenidos en los grupos incluidos en la zona asturiana del parque nacional, se ha confirmado la reproducción en 39, ya que en los Picos de Europa se constató la presencia de cachorros en los cinco grupos existentes: Lagos-Covadonga, Jascal-La Molina, Dobres-Dobra; Fonfría-Arcenorio y Cabrales-Tresviso. Las únicas zonas en las que no se han observado camadas son las de Taramundi, Centenales-Seroiro y Vegarada.

El informe incluye un mapa que refleja los daños provocados por el lobo en Asturias el año pasado. Aunque no incluye datos concretos, el mapa revela que la mayor parte de los daños se registran en la zona occidental de Asturias. La observación de los lugares donde se han registrado daños lleva a los autores del documento a considerar la existencia de tres manadas que no habían sido detectadas por técnicas de detección directa, en Carondio, Pozo de las Mujeres Muertas y los Oscos-Moron.

El documento revela asimismo el número de lobos hallados muertos en Asturias el año pasado. Fueron 15, de los cuales 10 murieron como consecuencia de atropellos, mientras que el resto perdieron la vida por causas indeterminadas, aunque en uno de los casos se debió probablemente a un incendio.

En tres de casos se halló solo la cabeza de los lobos, lo que hace suponer que su muerte fue intencionada. Dos de las cabezas fueron colocadas de madrugada frente a las puertas del Ayuntamiento de Ponga, el 28 de abril, solo unas horas antes de la visita del presidente del Principado, Adrián Barbón, y sus consejeros, pues se celebraba allí la reunión del Consejo de Gobierno. Nada se ha sabido de los autores del macabro recibimiento.

Siete de los lobos hallados muertos eran cachorros de primer año, cinco eran subadultos (tres de primer año y dos de segundo), uno era adulto y del restante no se pudo estimar la edad. La cabeza de este último ejemplar apareció seccionada en la carretera AS-228 (Trubia-Puerto de Ventana) el pasado 19 de diciembre.